El sistema financiero
internacional se refiere a las instituciones por medio de las se pagan las
transacciones que traspasan las fronteras nacionales, determina como se fijan
los tipos de cambio.
La necesidad del sistema financiero internacional surge al aparecer la moneda como medio de pago en el año de 1870; momento en que se empieza a desechar como tal el uso de los bienes y a generalizar la utilización del papel moneda. En el instante en que este último se utiliza para realizar pagos al exterior, se vuelve indispensable el hecho de contar con unas reglas de valoración monetaria.
Su objetivo es procurar la
generación de liquidez monetaria a los fines que las transacciones
internacionales se desarrollen en forma de fluida.
Evolución del Sistema Financiero Internacional
Esta evolución consta de tres
sistemas fundamentales que han permitido el desarrollo financiero
internacional, se constituyen en:
Sistema de Patrón Oro
El patrón oro es un sistema
monetario por el cual se fija el valor de una divisa en términos de una
determinada cantidad de oro. El emisor de la divisa garantiza poder devolver al
poseedor de sus billetes, la cantidad de oro en ellos representadas.
Por ejemplo; el definir una divisa
de forma fija marcando exactamente su valor en oro implica que, aunque en unos
países se hablase de dólares, en otros
en libras, etc.; en realidad todos ellos están utilizando el oro como moneda de
cambio.
La formalización del mecanismo del
patrón oro es el modelo de los flujos de oro y los precios de David Hume. A
partir de un mundo donde sólo circulaban monedas de oro. Esto ocasionó que en
los países con déficit comerciales, bajaba la cantidad de dinero en circulación,
sus precios bajaban; lo contrario sucedía en el país con superávit. Por lo
tanto, el flujo de oro alteraba los precios relativos.
Cuando las monedas fluctuaban, los
inversores reaccionaban de manera estabilizadora; ya que, si el tipo de cambio
bajaba acercándose al punto de exportación de oro, el Banco Central perdía
divisas. Entonces entraban los inversores previendo el beneficio que tendrían
al intentar el Banco Central fortalecer el tipo de cambio. Como el capital
entraba en grandes cantidades, el tipo de cambio subía solo.
Esto permitió que el régimen del
patrón se definiera de tipo normal o de equilibrio, identificándose con la paridad oro, es decir,
la relación entre los contenidos de oro de las monedas. Este régimen de patrón
de cambio se determinaba por la tendencia de las cotizaciones. De esta manera
se cotizaban los valores que participan en el mercado bursátil.
Desde el punto de vista teórico, se lo
consideraba un sistema totalmente automático y que no necesitaba de medidas
gubernamentales, nacionales o de la cooperación internacional para su correcto
funcionamiento. Los rasgos más característicos del patrón oro se pueden
describir como sigue:
- La unidad monetaria
nacional estaba definida en términos de determinada cantidad de oro.
- La relación de
equivalencia o la paridad monetaria se obtenía al comparar el contenido de
oro de dos monedas cualesquiera que participaban dentro del mecanismo.
- Los medios de pagos
internos constituidos por billetes del Banco Central eran convertibles en
oro en forma irrestricta.
- La convertibilidad
de las monedas que participaban en el sistema quedaba asegurada a tipos de
cambios fijos determinados: por la paridad entre las monedas, mediante la
libertad de importación-exportación de este metal.
No obstante, el sistema del patrón
oro adolecía de serios inconvenientes:
Beneficiaba a los países
poseedores de oro, que son los que en un principio podían emitir dinero en
cantidades abundantes.
Estimulaba el desequilibrio
inicial entre países que tenían oro y los que no tenían.
La cantidad de dinero en
circulación estaba limitada por la
cantidad de oro existente. En un principio el sistema funcionaba, la masa
monetaria era suficiente para pagar las transacciones internacionales que se
realizaban, pero a medida que el comercio y las economías nacionales se fueron
desarrollando, la masa monetaria se volvió insuficiente para hacer frente a los
cobros y pagos derivados de dichas transacciones.
La falta de liquidez provocaba un
aumento de la deflación y de los desequilibrios que afectaban a cada economía
nacional.
Esta es la razón por la que el sistema evolucionó, hacia
otro sistema de patrón de cambios oro o conocido también como patrón oro
esterlina.
Sistema de Paridad
El sistema de paridad consiste en el
tipo de cambio que varía libremente. Cuando establecemos una paridad de una
moneda nos referimos a su valor intrínseco que es igual al de otra moneda
nacional o extranjera.
Entonces,
este sistema o tipo de cambio se puede
definir como el número de unidades de moneda nacional que debemos entregar para
obtener una unidad de moneda extranjera, o de manera similar, el número de
unidades de moneda nacional que obtengo al vender una unidad de moneda
extranjera.
Las funciones de la
moneda se encuentran íntimamente relacionadas con las funciones del dinero (que es lo que representa) que se pasan a
detallar:
v Medida de Valor: es la medida de valor ya que el valor de las cosas puede ser
representado por medio de las unidades que ella representa.
v Instrumento de adquisición directa: puesto que permite adquirir cualquier bien en función de su valor.
v Instrumento de liberación de deudas: debido a que tiene una fuerza cancelatoria de las mismas al
constituirse en un medio de pago reconocido legalmente.
v Medio de atesoramiento de riquezas: se puede atesorar para necesidades futuras debido a que conserva
indefinidamente su valor.
Las características
que presenta la moneda como medio de pago, se pueden sintetizar en las
siguientes:
El gran valor que representa con
relación a su peso y volumen.
Reconocimiento unánime como medio
de pago que impide juzgar acerca de su calidad.
Su divisibilidad que permite
fraccionar su valor en forma ilimitada.
La dificultad en su falsificación
que impide la circulación de un medio de pago que no se encuentra debidamente
controlado.
Modificaciones de la
Paridad
Los
desequilibrios persistentes en la balanza de pago exigen, por lo general,
modificaciones de la paridad monetaria, o valor de cambio externo de la moneda,
para inducir ajuste en los diversos componentes de la balanza y en la actividad
económica nacional que faciliten la recuperación del equilibrio.
La
paridad puede ser modificada en el sentido de alza (revaluación) o de baja
(devaluación), según se trate de un desequilibrio por superávit o de uno por
déficit. En caso más frecuente es el de revaluación.
Los países evitan en lo posible la revaluación, porque
ocasiona desventajas comerciales, ya que afecta el poder de competencia de las exportaciones y
favorece las importaciones, así como las salidas de capital. Si el mercado
internacional de los productos exportables se bastante competitivos, el país
que revalúa no puede aumentar los precios de sus exportaciones para compensar
los efectos de la revaluación y los exportadores recibirán menores ingresos en
moneda nacional, aunque , por otra parte, se podrán adquirir bienes y servicios
extranjeros por la misma cantidad de moneda nacional que antes de la
revaluación ( sujeto a que los precios internacionales de la importación no
suban).
Desde luego, estos deben ser los efectos perseguidos, para
el ajuste de la balanza de pagos en caso de superávit: reducción de la
exportación o menor ritmo de aumento, y aumento de la importación.
La devaluación permite que los exportadores reciban mayores
ingresos en moneda nacional, sin alteración de los precios internacionales de
sus productos, o aun baja de proporción menor que la devaluación; esto se
lograra, si existe un incremento de la exportación para el reequilibrio de la balanza de pagos.
Por otra parte, los importadores tendrán que desembolsar mayor cantidad de
moneda nacional para adquirir determinado volumen de importaciones.
Sistema de Flotación
Este sistema se establece por
las autoridades financieras como una porción fija entre el valor de la moneda
nacional y el de una mercancía o de una moneda extranjera.
Teóricamente, la libre flotación
permite una gran flexibilidad de la política fiscal y monetaria, dado que en
este régimen es el tipo de cambio el que desempeña el papel de la variable de
ajuste. Su principal desventaja es una posible inestabilidad; una alta
inflación aunada a una gran variedad del tipo de cambio.
Vale mencionar que para un país que
persigue política fiscal y monetaria responsables y prudentes, los resultados
económicos son positivos independientemente del régimen de cambiario.
La devaluación de la moneda nacional
es un incremento del precio del dólar (u otra moneda extranjera) en términos de
la moneda local, en un régimen del tipo de cambio fijo. La devaluación es
determinada por las autoridades monetarias.
No obstante las ventajas de este sistema
es que se crea un ancla nominal (del tipo de cambio). Se restringe la
discrecionalidad de la política monetaria. Las expectativas del tipo de cambio
quedan fijas, y también las de los precios de los bienes transables y por lo
tanto de la inflación interna. Al eliminarse las expectativas inflacionarias
las tasas de interés suelen bajar.
En
un sistema de tipo de cambio fijo, la realización de política monetaria vía
aumento en los medios de pago, se esteriliza en el tiempo, porque, genera una
baja en la tasa de interés, por lo tanto, una salida de capitales hacia el
extranjero, los inversores venden moneda nacional para comprar divisas. Al
comprar el banco central esta moneda nacional a cambio de reservas
internacionales que están en el banco central, no solo que disminuye la base
monetaria sino que también el banco central se queda con menos reservas
internacionales, lo que puede traer serios problemas por la generación de
expectativas de devaluación del tipo de cambio.
Finalmente bajo un
esquema de tipo de cambio variable la relación de una moneda respecto de otras
monedas estará fijado por la oferta y demanda de divisas en el mercado. En este
caso, por ejemplo un aumento en la demanda de dólares por parte de la economía
incrementará el valor de dicha divisa respecto del peso. La forma del ajuste (a
la suba del precio del dólar) puede darse de dos formas: o sube la tasa de
interés interna o al hacer más baratos en dólares los precios de los bienes
argentinos aumentará la venta de éstos últimos en el exterior provocando un
ingreso de divisas que estabilizará o disminuirá la presión compradora sobre el
tipo de cambio.
Por el contrario, si
un país atrae capitales porque está creciendo o porque ofrece oportunidades de
inversión atractivas, recibirá muchos dólares apreciando por ende la moneda
local. La forma de ajuste se daría también a través del sector externo. La apreciación
del peso encarecería el valor de las exportaciones y abarataría el valor de las
importaciones. Al disminuir las ventas al exterior disminuiría la oferta de
divisas presionando al alza al tipo de cambio.
Eichengreen, B. La Globalización del Capital. Historia del Sistema Monetario Internacional. (2000).
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